La causa final por la que existen las demás solas – Sola Fide, Solus Cristus, Sola Gratia y Sola Scriptura, es porque Dios es el único que debe llevarse la gloria. Todas las solas cumplen este propósito: “Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén” (Romanos 11:36). Esta es la historia central de la Biblia – la obra de Dios para la gloria de Dios. Al mirar lo que el libro de Apocalipsis revela sobre lo que está pasando detrás de las escenas, una gloriosa visión revelada a Juan, encontramos que el trono de Dios está al centro. En contra de la creencia popular de que el ser humano está al centro del universo, Apocalipsis 4 nos muestra que solo Dios es soberano y digno de adoración. Todo lo que encontramos alrededor del trono son las cosas que existen para reconocer la gloria de Dios. El arcoiris, representando el pacto de gracia que Dios ha hecho con la humanidad. Relámpagos, truenos y voces, representando la ley perfecta de Dios. Los 4 seres vivientes, representando todo el orden de la creación. 7 lámparas y 24 ancianos, representando a la iglesia de todos los tiempos. Toda la creación (los cuatro seres vivientes) y toda la iglesia (los 24 ancianos) reconocen primeramente los atributos de Dios: su santidad y su poder y su eternidad. Esto es la gloria de Dios, contemplar y reconocer sus atributos. Después reconocen que la razón por la que Dios es digno de toda adoración es porque él es la causa final de todas las cosas, la razón de nuestra existencia. La pregunta no es si vamos a adorar algo o a alguien con nuestras vidas. Eso es un hecho. La pregunta más importante es “¿qué?” O “¿quién?”